¿Qué es el packaging?
El packaging es un término de la lengua inglesa, que se traduce al español como empaque, embalaje o envase de algún producto. Es decir, son los materiales u objetos que envuelven al producto, para protegerlo en su transporte y su manipulación, hasta llegar al punto de venta.
Aunque la mayoría de las veces, también tienen la función de informar al consumidor. En el propio packaging encontraremos información, acerca de los materiales, los ingredientes, la fecha de caducidad, etc.
Por lo tanto, a rasgos generales, la finalidad del packaging es ser funcional para protegerlo y comunicacional para informar sobre él y su empresa.
¿Pero y si te dijera que, a través de él, puedes trazar una muy buena estrategia de marketing?
Cuando las empresas apuestan por invertir en un buen diseño de branding, además de en la identidad visual, también lo hacen en el packaging.
Personalización:
El packaging nos sirve para reflejar nuestro diseño de marca y por consecuencia, nuestra filosofía de empresa, gracias a él, estaremos personalizando nuestros productos. Esto hace que el consumidor nos reconozca enseguida y nada más ve el envoltorio, sabe de qué empresa se trata.
Para personalizarlo, se escogen todos los elementos utilizados para diseñar nuestra identidad visual, además de escoger los materiales y el formato del embalaje, en base a los valores que tiene nuestra empresa.
No se transmite lo mismo utilizando materiales que cuidan mejor el medio ambiente y son reciclables, como el cartón, aunque sea más endeble y menos duradero, que si utilizas materiales como el aluminio, que es menos respetuoso, pero más resistente, lo que nos permite utilizarlo para darle otro uso. El mítico ejemplo, una caja de galletas se convierte en una caja de costura.
Y gracias a esta personalización, conseguimos la fidelidad del cliente con la empresa. El usuario, nada más ver el packaging, ya sabe el tipo de producto o servicio que va a encontrar. Lo que hará que la conozca y vuelva a ella.
Diferenciación:
Una vez nuestro packaging está personalizado con las características de nuestra marca y entidad, debemos pasar a marcar la diferencia, a hacerlo especial y único para destacar entre la competencia.
De esta manera, también, captamos nuevos clientes, además de los que ya son fieles a nuestra marca.
Para ello, debemos tener en cuenta algunas pautas:
- Originalidad: Gracias a ella, podemos obtener packagings muy atractivos, que marquen la diferencia. Por ejemplo, que el propio embalaje represente el producto que contiene, si hablamos de un zumo de naranja, el envase tendrá forma de gajo de naranja.
- Calidad: Cuanta más calidad tengan los materiales que dan forma al packaging y más protegido esté el producto, mayor confianza generamos al cliente.
- Storytelling: Otro recurso diferente y creativo, es tratar al producto como si ‘’tuviera vida propia’’. Para ello, podemos redactar un texto describiendo el producto en primera persona, como si el mismo se estuviera presentando.
- Unboxing: Otro punto para tener en cuenta, sería la forma en la que se desenvuelve el producto. Abrir un embalaje puede ser toda una experiencia, si se despliega de una manera muy original, o si tiene algún detalle como un lazo.
- Elementos para reforzar el mensaje: Siempre se puede recordar los valores de una empresa a través de alguna nota escrita. Por ejemplo, si compramos algún producto de cosmética sin parabenos, recordarlo a través de una frase potente, escrita en una tarjeta.
- Muestras gratuitas: A través de ellas, demostramos tener un detalle con los clientes y además de proporcionar que prueben más de nuestros productos, por si desean comprarlos en un futuro.
- Elementos para recordar la marca: Podemos proporcionar elementos, los cuales, tengan otro uso y que sea duradero, así, recordarán nuestra marca por un largo tiempo. Por ejemplo, si nuestro producto y packaging se entregan en el interior de una bolsa de tela, el cliente puede seguir utilizándola.
También se puede hacer entrega de muchos elementos de merchandising, a los cuales se les puede dar un uso continuado durante un tiempo, como un bolígrafo, una taza, una cantimplora, una libreta, etc
Ahora ya sabes de la importancia del packaging y de cómo puedes trazar una buena estrategia de marketing a través de él, consiguiendo así, llegar de una manera más rápida al consumidor, alcanzando su fidelidad hacia tu marca.
Política de no abuso: si tu mensaje es ofensivo, discriminatorio, misógino, especista, etc.; ahórratelo, no será publicado o en su caso, te llevarás un par de hostias. Lee más sobre mi política de marca