En ocasiones anteriores, ya hemos tenido la oportunidad de hablar sobre el branding, qué es, en qué consiste, cuales son los elementos que lo componen y de qué manera se debe llevar a cabo.
Cómo bien sabemos, no se trata únicamente del diseño de un logotipo, va mucho más allá. Además del logotipo, entrarían las tipografías, los colores, el patrón, elementos de papelería, como, por ejemplo, una tarjeta de visita… es decir, todos y cada uno de los elementos gráficos que puedan acompañar a una marca.
Pero cuando estamos trabajando con marcas o empresas, las cuales, también requieren tener un establecimiento, podríamos decir, que ese espacio físico debe formar parte del branding. Estaríamos hablando del llamado ‘’diseño integral’’, es decir, el conjunto de algunas disciplinas, dentro del ámbito del diseño: el gráfico, el de interiores e incluso el de producto.
Si pensamos en marcas o cadenas grandes, ya que, estas suelen cuidar muy bien su diseño integral, el simple hecho de estar en sus establecimientos, son toda una experiencia sensorial. Podremos apreciar un interiorismo muy cuidado, adaptado a la filosofía de la marca, acompañado por los diversos diseños de productos corporativos y todo ello adaptado al branding de la entidad.
Siempre que nace una marca, lo primero de todo es escoger un naming (nombre), y a continuación, llevar a cabo su logotipo junto a todo su branding. Y una vez tenemos las tipografías, los colores y todos los grafismos, ya podemos pasar a dar forma a ese establecimiento con su interiorismo, mobiliario y productos corporativos.
Por lo tanto, vamos a ver qué elementos gráficos del branding podrían formar parte de ese establecimiento. Para ello, vamos a pensar en espacios que la gran mayoría de gente puede haber visitado, como, por ejemplo, restaurantes.
Dependiendo del tipo de platos que se ofrezcan en el restaurante, de su lugar de origen y de la calidad de estos, además del público objetivo al cual estén dirigidos, toda la imagen de este, será de una forma u otra. Puede ser más desenfadado, con muchos grafismos y neones, o más chic y elegante.
Logotipo: Sería lo más identificativo de la marca y lo podríamos encontrar, principalmente en la puerta del establecmiento y a continuación en diversos lugares del interior, como por ejemplo en alguna pared. Además de en la mayoría de los elementos corporativos, como servilletas, manteles…
Papelería: Podríamos ver las tarjetas de visita cerca de la puerta o en la barra del restaurante, además de si tienen algún folleto informativo. La carta del menú, los manteles, si son de papel y lo mismo con las servilletas.
Packaging: Si el restaurante nos proporciona la opción de podernos llevar sus platos a casa, tendríamos las bolsas corporativas, junto a las cajas para transportar la comida, al igual que los vasos de cartón.
Mural: Podría haber un mural de grandes dimensiones en alguna pared, con el logotipo de la marca, junto a gráficos, patrones o ilustraciones corporativas.
Decoraciones gráficas: En las paredes, en la puerta, en el suelo o incluso en el techo, puede haber elementos corporativos, al igual que en el mural, como el patrón o ilustraciones.
Cuadros: También los cuadros pueden formar parte del branding, mostrando algún elemento gráfico de la marca o incluso si se tratan de fotografías artísticas corporativas.
Señalética: Otra rama del diseño gráfico, cuya finalidad es, a través de textos, iconos, números o símbolos, como flechas, indicar los espacios para orientar al visitante. En este caso, en un restaurante, podríamos encontrar la señalética en las puertas, para indicar los aseos y la cocina, por ejemplo.
Tejidos: Si en el establecimiento encontramos, por ejemplo, asientos de tela, como sillas, butacas o algún sofá de decoración, podríamos ver en los estampados elementos gráficos de la marca. También en los manteles, si son de tela o incluso en la indumentaria del personal del restaurante.
Luces: Hoy en día, está muy de moda utilizar luces originales y diferentes, como, por ejemplo, de neón. En ese caso, podríamos realizar gráficos corporativos, para que más tarde, se puedan a cabo en forma de bombilla.
Por lo tanto, si pudiéramos encontrar todos estos elementos en un restaurante, conseguiríamos una experiencia sensorial completa. Desde la experiencia visual, y sensitiva, hasta la gustativa y olfativa, por los platos. Incluso la auditiva, ya que, el estilo de la música, debe ser escogido en base al corporativismo de la marca y del establecimiento.
Ahora ya sabes un poco más sobre el branding y el diseño gráfico y de cómo se puede adaptar junto a otros ámbitos del diseño, como el interiorismo e incluso el producto. Espero haberte ayudado y ¡nos vemos!
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